miércoles, 10 de diciembre de 2014

La propaganda como arma (Parte I)

¡Buenas tardes a tod@s!

Hoy me he propuesto hablaros de un aspecto muy importante de la Guerra Civil española, la propaganda, dedicando la entrada de hoy a la del bando nacional, para próximamente ofreceros una del bando republicano. No quiero empezar sin antes recomendaros que visitéis los Refugios de la Guerra Civil de Cartagena, pues en ellos podréis ver al natural algunos de estos carteles tan interesantes y llenos de contenido.

Antes de comenzar, conviene señalar que la Guerra Civil española, bebedora de las tendencias propagandísticas de la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa, utilizaría como medios de difusión no solo los folletos y carteles, sino también la radio, el cine, la prensa, los desfiles... Pero esta sección va a estar únicamente dedicada a los carteles. Estos utilizarían diferentes lenguajes artísticos, como el art decó, el constructivismo o el fotomontaje alemán o ruso, utilizando todos un mensaje directo y revolucionario, poniendo el acento tónico sobre el combatiente convertido en héroe.

El bando nacional utilizaría sobre todo en sus carteles el intento de ridiculización del enemigo y el papel de la mujer, este último con una doble vertiente: por una parte de forma positiva, como mujer trabajadora, madre o víctima; y, por otra parte, de una manera negativa como la encarnación del mal o la prostituta que transmite enfermedades venéreas  y que es asociada simbólicamente con la muerte.

A continuación os presentamos dos carteles representativos de este bando nacional.


En este primer cartel observamos un hombre tratando de limpiar a España de la "basura" republicana: la injusticia social, los masones, el separatismo, los anarquistas (FAI, Federación Anarquista Ibérica), el blochevismo, los "politicastros"...




Se trata de un cartel realizado por S. Tejada y editado por Auxilio Social, una organización que trataba de ayudar a madres e hijos en situaciones de necesidad. A través de este cartel se ensalza la imagen de la madre, y la de la lucha como medio de defensa de la familia y como medio de hacer de España un mejor país. La importancia de la Iglesia para el bando nacional y el posterior franquismo siempre llevaría a la defensa de la familia como pilar fundamental de la sociedad.


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